martes, 3 de marzo de 2020

¿Qué carrera universitaria estudio?

Terminada la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad) llega una nueva fase de incertidumbre para muchos estudiantes consistente en encontrar la carrera idónea que estudiar. También hay muchos estudiantes que, incluso antes de tener que decidir, ya se plantean hacia dónde deben dirigir sus pasos académicos y es que la inmediatez del mercado laboral y la velocidad que se le imprime al proceso obliga a estar informado con mucha antelación. Ahora voy a dar unas pequeñas ideas que pueden resultarte útiles si te encuentras en este caso.



Es normal no saber a qué quiere uno dedicar su vida, en primer lugar, porque no sabe ni qué quiere almorzar al día siguiente pero tampoco creas que acabarás dedicándote a lo que planees ahora así que, relaja la tensión, abre tu mente y toma papel y lápiz.

Las empresas, cuando quieren lanzar un nuevo producto, abrir una nueva sede o tomar una decisión estratégica, apuestan por una forma sistemática de decisión llamada DAFO (o FODA, por sus siglas en inglés) donde de forma gráfica se plantean las Debilidades (D), Amenazas (A), Fortalezas (F) y las Oportunidades (O). No hay ningún motivo para no presentar nuestro análisis como una estrategia de empresa pues, para nosotros, será la empresa más importante que acometamos y la podemos llamar “NUESTRO FUTURO S.L.”

El primer paso es hacer un análisis de las carreras que nos gustan, no importa que no tengan que ver entre ellas (por ejemplo, podríamos ser unos apasionados de las megaconstrucciones, gustarnos los idiomas y vernos atraídos por la forma en que un abogado es capaz de redactar un contrato que proteja la propiedad intelectual de un invento).

Comenzaremos realizando una lista con las 5 carreras que más nos atraigan (si son más, habrá que realizar un filtro previo), léete el plan de estudios de la carrera, el perfil de estudiante que se busca y las perspectivas laborales cuando se acaban esos estudios (esta información la encontrarás en “grados”, “titulaciones” o “estudios” de las páginas web de cualquier Universidad). Además, consulta opiniones de gente que haya estudiado esa carrera en blogs especializados y consulta las bases de datos del INE sobre empleabilidad de dichos estudios. Ahora realiza una serie de preguntas a cada una de estas carreras teniéndote a ti en mente:


  • ¿Me imagino estudiando esta carrera?
  • ¿Se estudia en mi ciudad?
  • ¿Puedo permitirme los gastos de estudiar esta titulación?
  • ¿Me apasiona el trabajo que podré desempeñar con esta titulación?
  • ¿Es una carrera que puede pasar de moda en unos años?
  • ¿Seré capaz de dedicar los años necesarios hasta obtener el máximo aprovechamiento (grado, máster, doctorado…)?
  • ¿Me permitirán mis conocimientos ir superando los cursos de forma cómoda?
  • ¿Tengo acceso a prácticas en empresas del sector?
  • ¿Tiene la sede universitaria escogida el prestigio que busco?
  • Si dependo de beca ¿puedo permitirme seguir estudiando si la pierdo?
  • ¿Encuentro esta carrera entre las demandadas laboralmente?
  • ¿Necesito ingresar a trabajar inmediatamente después del grado o puedo permitirme seguir estudiando?
  • ¿Qué opiniones aportan sobre el profesorado, las instalaciones, las prácticas, los exámenes o la socialización los consejos de estudiantes de la universidad?
  • Otras preguntas que se te ocurran
Con esta primera incursión ya podrías seleccionar hasta un grupo de dos o tres carreras máximo. Si aún te resulta complicado asigna una puntuación entre 0 y 5 a cada una de las preguntas en cada carrera siendo 5 la más favorable y 0 la peor valorada de tal manera que te sirva para escoger las dos o tres que más puntuación global y promedio alcancen. 

Por ejemplo, si nos gusta la biología pero nos mareamos al ver una gota de sangre, puntuará más biotecnología que medicina. Si nos apasionan los idiomas, las leyes y la economía, puntuaremos muy bien un doble grado bilingüe de derecho-economía. Si nos gusta mucho cómo funcionan las ventas de un producto pero no se nos dan especialmente bien las matemáticas y, por el contrario, somos creativos y tenemos don de gentes, podríamos puntuar alto al grado en marketing y bajo al grado en economía.

Si hay factores clave que son decisivos (por ejemplo, no puedo prescindir de la beca para seguir estudiando) éste factor por sí solo debería ser suficiente para descartar aquellas carreras que resulten más caras y/o más complicadas de abordar con mi perfil académico (si dependiendo de beca me planteo estudiar el doble grado de matemáticas y física y no se me dan estupendamente las matemáticas y, además, la tengo que estudiar en Madrid, Valencia, Sevilla o Barcelona y no resido en ninguna de ellas, debería plantearme no matricularme en esta titulación siendo realista).

Así la cosa toca ahora afrontar quiénes somos realmente y cuál es nuestra situación para saber si, en un futuro, nuestras expectativas de trabajar en el puesto perfecto para nosotros, se cumplirán. 

Para cada carrera realizaremos un gráfico DAFO y de ahí, obtendremos las soluciones a nuestras preguntas después de realizar un pequeño análisis de cada una. No es algo rápido de hacer pues requiere dedicar un tiempo a meditar, a ser objetivo y realista y, también, a documentarnos pero, claro, cómo no vamos a emplear el tiempo que necesitemos en sacar adelante “NUESTRO FUTURO S.L.”

Entre los ítems que podrás escoger en cada grupo encontrarás:


FORTALEZAS


  • Soy buen comunicador.
  • Trabajo bien en equipo.
  • Se me dan bien los idiomas.
  • Soy disciplinado.
  • Afronto bien las críticas.
  • No me importaría pasar gran parte de mi tiempo viajando.
  • Me manejo bien con las redes sociales.
  • Tengo empatía con la gente que me rodea.
  • No tendría problemas en trabajar con alguien que no me cae especialmente bien.
  • Soy capaz de sacrificarme por la empresa si es necesario.
  • ….

DEBILIDADES


  • No sé inglés.
  • No se me dan bien las matemáticas.
  • No me gusta trabajar 8 horas en un despacho.
  • Me costaría trabajar de cara al público.
  • Tengo pánico escénico.
  • No me gusta viajar en avión.
  • Tengo fobia a los espacios cerrados.
  • No me gustan que me digan lo que tengo que hacer.
  • Necesito que todo lo que me rodea esté ordenado (sí, puede ser un problema en un equipo).
  • Mi pareja no quiere que abandonemos la ciudad.
  • ….

AMENAZAS:


  • En mi ciudad no hay demanda para mi carrera.
  • Hay intrusismo laboral y gente que ha estudiado lo que yo es contratada para hacer mi trabajo.
  • Mi carrera es una moda que puede dejar de serlo.
  • La movilidad laboral de titulados de mi carrera puede hacer que me tenga que ir fuera a buscar trabajo.
  • En mi sector hay abundancia de contratos basura.
  • Los pocos puestos de trabajo que hay están reservados para gente con mucha más formación académica que yo (o para quienes se costean másteres prohibitivos para la mayoría de bolsillos).
  • ….

OPORTUNIDADES: 


  • Existen becas para estudiar/trabajar en el extranjero.
  • Mis padres pueden ayudarme a montar mi propio negocio.
  • Tengo amigos que estudiarán conmigo.
  • Tengo familiares que podrán acogerme en la ciudad donde estudiaré.
  • Tengo un conocido que tiene una empresa de diseño de software.
  • Una empresa ha mostrado interés en mi perfil tras ganar un concurso de talento en la fase preuniversitaria.

Fíjate que hay veces donde encuadrar todo esto no está claro porque, en función del punto de vista, un mismo elemento podría ubicarse en distintos cuadrantes. Por ejemplo, he colocado en “debilidades” el caso de “mi pareja no quiere que abandonemos la ciudad” pero, en realidad, este suceso no es algo interno que dependa de mí (¿o sí?) la cuestión es que, al ser un factor externo debería colocarse mejor en el cuadrante de “amenazas” pero, claro, si empezamos a ver a nuestra pareja como una amenaza… mal acabaremos.

Visto de otra forma podría quedar con este aspecto:


Ahora, nuestros datos están ordenados y para cada carrera tendrás algo parecido a la figura de la imagen donde las flechas indican las transiciones que tenemos que estudiar:


FO: estrategia de Fortalezas-Oportunidades

DO: estrategia de Debilidades-Oportunidades

FA : estrategia de Fortalezas-Amenazas

DA: estrategia de Debilidades-Amenazas


Estrategia FO / de Fortalezas-Oportunidades

Son en las que tenemos que invertir más esfuerzo. 

Por ejemplo, si en mis fortalezas destaco que se me dan bien los idiomas y entre las oportunidades se encuentra que existen becas para trabajar en el extranjero debería destacar esta cualidad asignando un valor de futuro importante en mi decisión pues combinaría un rasgo primordial de mi personalidad (que ya tengo) sobre el que no debo invertir esfuerzo con una oportunidad laboral o académica.


Estrategia DO / de Debilidades-Oportunidades

Son en las que tenemos que trabajar a corto plazo hasta solucionar el problema en cuestión. Si, por ejemplo, una debilidad es que no se nos dan bien las matemáticas pero ya hemos visto en las fortalezas que sí dominamos la informática deberíamos plantearnos si debemos tomar clases de matemáticas presenciales u online orientándonos hacia las que se necesitan en la empresa de diseño de software de mi conocido (ese conocido en cuya empresa acabaré trabajando). Esto me abre la puerta a cursos online tipo MOOCs o tutoriales de pago o gratuitos que pueden encontrarse fácilmente en Internet. Por supuesto, si mis expectativas son más ambiciosas y pretendemos acceder a un segmento laboral más sólido y exigente este requisito habrá de ser pulido con mucho más detalle.


Estrategia FA / de Fortalezas-Amenazas

Aquí se trata de ver hasta qué punto podemos usar nuestros puntos fuertes para vencer las amenazas a las que nos enfrentaremos.

Si entre mis fortalezas se encuentra el que me apasiona viajar y entre las amenazas puedo encontrar que en mi ciudad no hay demanda de mi carrera podemos pensar en plantear un negocio tipo freelance donde ir apostando por mercados deslocalizados o pensar en abordar empresas que tengan sedes que permitan la movilidad y solicitar un puesto acorde a mi perfil.


Estrategia DA / de Debilidades-Amenazas

Aquí es donde nuestras limitaciones se ponen de manifiesto.

Si una debilidad es mi pánico escénico que me impide ponerme a defender una idea en público siendo el centro de atención y una amenaza es el intrusismo laboral de otros titulados que puedan optar a mi trabajo deberé plantearme realizar ejercicios para ganar confianza, aumentar mi seguridad, mejorar mi expresión corporal y otra suerte de técnicas psicológicas que me ayuden a ganar confianza a la hora de defender mis proyectos frente a terceros o estaré fuera antes de empezar.

Como ves esto no es una receta mágica y, además, no puede serlo porque no hay dos situaciones idénticas y porque lo que para ti son fortalezas para mí puede ser una debilidad pero, si dedicas tiempo suficiente a plantear tus escenarios con la cabeza fría y te analizas honestamente, sin prejuicios (no te pongas etiquetas de "ser de letras", "ser de ciencias", "ser bueno/malo con la informática" o cosas así) verás que esta tabla es más útil de lo que piensas.


Una vez hayas analizado, de cada carrera, tus líneas estratégicas FO-DO-FA-DA podrás ver fácilmente cuál es la carrera que te ofrece más oportunidades, menos inconvenientes, soluciones más sencillas a los problemas que surjan y oportunidades más atractivas a tus intereses a corto y medio plazo. En cualquier caso ten presente un consejo que doy a mis estudiantes: nadie sabe qué ocurrirá en el mercado dentro de diez años. Hay carreras que apuntan a consolidar un mercado tecnológico, multimedia y de comunicaciones por lo que carreras relacionadas con la analítica de datos, los procesos físicos y tecnológicos aplicados a la biología, la química, la medicina..., la mayor parte de las ingenierías y, especialmente, las que tengan que ver con procesos automáticos, róbotica, IoT, seguridad informática e informática forense, mecatrónica, telecomunicaciones..., tendrán un futuro laboral prometedor (aunque con unas condiciones cambiantes por la forma en la que avanza este tipo de sectores que obligarán a estar en constante aprendizaje para no quedar rezagados). Además, muchos de los trabajos que serán punteros en los próximos veinte años, aún no se han inventado.

Autor: Prof. Javier Luque.



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